jueves, 4 de febrero de 2016

LAS MATEMÁTICAS EN EL AULA: el desayuno sano

Cuando pienso en como trabajar en mi aula la COMPETENCIA MATEMÁTICA y cómo diseñar actividades y situaciones que les permitan avanzar en esta línea, me planteo las siguientes cuestiones:

  • buscar situaciones reales, vinculadas a necesidades de nuestra vida diaria.
  • abordar las matemáticas desde un enfoque integrador, no como una asignatura aislada del resto de los temas o contenidos que trabajamos, bien sea  a través de unas elecciones, el control del DESAYUNO SANO, la gestión del aula, situaciones que se crean en el desarrollo de los  proyectos que llevamos a cabo en clase, tales como; si vamos a hacer un viaje " imaginario a Egipto" como colocarnos en el avión, cuántos pasajeros, ..., que les permita desarrollar diferentes competencias clave.
  • huir de las "fichas" repetitivas e individuales que minimizan, en el mejor de los casos y en mi opinión, cualquier posibilidad de ejercer la mente , el razonamiento, el trabajo en equipo, la reflexión, la comprobación de resultados y la satisfacción de un trabajo bien hecho que adquiere mayores dimensiones cuando es compartido con otros/as.
  • crear ese espacio educativo en el cual la actividad suponga un reto a conseguir, cuidando que;  no resulte lo suficiente difícil para crear frustración en nuestros alumnos/as, ni tampoco, lo suficientemente fácil, que les haga caer en el aburrimiento intelectual.
  • obligarlos a pensar, a discutir, a defender y a escuchar. 
  • que las actividades tengan un fin en sí mismas, un motivo que justifique su realización, más allá de que hay que hacer la ficha porque lo dice la "seño".
  • cultivar, animar y crear un ambiente de trabajo cooperativo y democrático.
En esta línea, os dejo hoy un ejemplo de actividad que, a mi modo de ver, pueden responder a todo lo expuesto anteriormente, o al menos, esa es la intención:

EL DESAYUNO SANO

Ya he hablado en alguna ocasión de esta actividad. Los motivos de volver a contarla son básicamente 3:
  1. valorar la evolución. Quería hacer, con vosotros, un recorrido de cómo hemos ido avanzando en este proceso, cuáles han sido las modificaciones y las dificultades añadidas a lo largo del tiempo, para tener una perspectiva general del trabajo realizado.
  2. el resultado final. Como es obvio esta actividad, y cualquier actividad que se realiza en la escuela, tiene una intencionalidad educativa, se hace por algo. ¿ Cómo saber si se han conseguido los objetivos? ¿ Cómo saber si todo el esfuerzo, si lo que había pensado y he hecho a lo largo de estos tres años han tenido el resultado esperado? 
  3. dejar constancia del trabajo realizado. Las maestras y maestros que no trabajamos con libros de fichas y que al final de curso no entregamos una carpeta con hojas que constate que hemos trabajado tal o cual contenido , nos encontramos ante un problema: ¿ cómo explicas lo que has hecho? ¿ cómo lo evidencias? y ¿ a dónde mirar, me refiero a mí misma, para recordar lo que hiciste, bien sea para sentir satisfacción o para ser autocrítica y decir: " te equivocaste Mamen"?
Con esta actividad pretendía básicamente 3 objetivos:
  • aportar mi granito de arena para que nuestros alumnos/as tomaran conciencia de la necesidad de una dieta sana y equilibrada.
  • involucrar a las familias en esta tarea
  • aprovechar todos los momentos y situaciones del aula que permitan  resolver  problemas de forma cooperativa y con una finalidad concreta, en donde, durante el proceso, se van aprendiendo los conocimientos y estrategias necesarios para tal fin, obligándoles a poner en práctica habilidades, conocimientos y estrategias relacionadas con todas las competencias clave.
Tras estas consideraciones os cuento como se ha ido desarrollando la actividad.
Desde que teníamos 3 añitos, ya tenemos 5, tenemos un calendario para traer a clase un tipo de desayuno: los miércoles fruta, los  jueves bocadillo,...
Desde el 1º  día de clase pusimos un cuadro de recogida de datos: en un lado sus nombres y arriba el número de días que íbamos a estar tomando registros. 
Al principio, los registros los hacía yo. Rellenaba los cuadros con puntos verdes o rojos según hubieran traído o no ese día el desayuno que tocaba. ( dar modelos).
Al finalizar el periodo de observación y recogida de datos, dedicábamos una sesión a ver quién había conseguido mas puntos verdes que rojos. Hacíamos ejercicios de estimación y luego comprobábamos las hipótesis. Aquí seguía siendo yo quien llevaba el peso de la actividad ( 1º y 2º trimestre de 3 años). Yo contaba, ellos/as repetían, yo anotaba los resultados,...
Al finalizar cada periodo de observación se premiaba a los alumnos/as que conseguían más puntos verdes que rojos.
Ya en el 3º trimestre de 3 años eran ellos/as mismos/as los que hacían las anotaciones en el cuadro. Se creó una nueva tarea en la clase que debían hacer cada día " anotar el desayuno sano" ( Esta forma parte del modelo de autogestión que llevamos en clase y en el reparto de tareas que podéis ver en la página de este blog). 
La ayuda que les daba dependía del grado de autonomía que cada uno/a iba alcanzando. Dejando margen para que se equivocaran y que lo hicieran " a su manera". A medida que el grupo avanzaba, mi papel, en esta actividad, se iba minimizando, dejando que fueran ellos/as mismos/as, con ayuda de otro/a,  quienes realizaran la tarea, aceptando los resultados.
Ya en 4 años, desde el primer día, eran ellos/as mismos los que se encargaban de hacer los registros y empecé a introducir otros elementos en la actividad. Ahora eran ellos/as , en gran grupo, los que hacían el recuento. Tardábamos varias sesiones en sacar los resultados y resolver el problema. Seguía siendo una actividad que se resolvía en gran grupo.
A lo largo de todo ese curso observé:
  • que la mayoría de alumnos/as eran capaces de hacer el registro, aunque algunos seguían necesitando ayuda.
  • que pedir y dar esa ayuda era algo normal, que ellos/as mismos gestionaban
  • que el cuadro de registros cada vez era más claro, apenas había errores en la recogida de datos.
  • que la tarea de anotar el desayuno sano era una de las que más les gustaba elegir para hacer
  • que yo ya no intervenía para nada en el registro de datos
  • que aumentaba el número de niños/as que traían el desayuno que tocaba.
Y así, llegamos a los 5 añitos. Y vuelvo a plantearles nuevos desafíos. Ahora, la recogida de los resultados obtenidos de los registros lo hacen en pequeño grupo, en el rincón de las matemáticas. Una vez terminado el tiempo de recogida de datos ( empecé con 20 días pero lo he bajado a 10 porque había demasiados alumnos/as a los que les costaba trabajo manejar estas cantidades) se les da, al pequeño grupo una lista con todos los nombres. Tienen que contar los puntos verdes y rojos de cada persona. Todos los grupos de los rincones elaboran su propia lista que luego se comprueba y se compara.
Aquí os dejo imágenes que puedan ilustrar mejor lo que he estado explicando anteriormente.





ya tenemos hecho el recuento de los datos

 Ahora toca ver quienes se llevan el premio.
 Esto trae consigo un momento en el aula efervescente, de diálogo, de reparto de tareas, de asumir responsabilidades, de repartirlas,... Toca pensar, contar, escribir, leer, interpretar, comparar....






  Y aparecen los primeros resultados. La satisfacción que han vivido en el aula es difícil de transmitir. La tarea no era nada fácil. No se trataba de rellenar una ficha o hacer el número 2, implicaba un esfuerzo individual, gestionado por el grupo y destinado a un fin mayor. Me refiero, que algunos de los alumnos/as que participan y se esfuerzan en el recuento no van a conseguir el reconocimiento de llevar el desayuno sano.











 En clase hemos vivido una situación, que yo calificaría de "mágica". Verlos hablando, dialogando, pensando en grupo, repartiéndose las tareas,... Se ha producido eso que han venido en llamar, y a mi me encanta, "necesario ruido pedagógico". 
Y ahora  me vienen las siguientes cuestiones  sobre las cuales me toca reflexionar:
  • ¿ he alcanzado los objetivos que perseguí?
  • ¿ supe darle a cada uno de mis alumnos/as lo que necesitaba?
  • ¿ les dí el tiempo que necesitaban?
  • ¿ los pequeños grupos que he formado son equilibrados?
  • ¿ cuál es el siguiente paso?
  • ¿ esta actividad, a la que hemos dedicado tanto tiempo, permite todo lo que pretendo?
  • ¿ qué hago con aquellos/as alumnos/as que necesitan más ayuda? ¿ y con aquellos/as que demandan más?
  • ¿ esta actividad es lo suficientemente abierta para que todos/as mis alumnos/as tengan cabida?
Para algunas de estas cuestiones tengo respuestas, para otras necesito mas tiempo.
No quisiera terminar esta entrada sin decirles a mis " peques" lo orgullosa que estoy de ellos/as, independientemente de los errores que yo cometa.

2 comentarios:

  1. Maravillosa capacidad de análisis, Mamen, como desgranas una situación tan normal y la dotas de significado matemático.Genial

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  2. muchas gracias¡¡¡ Estoy teniendo muy buenas maestras

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